28 de abril de 2010

Nothing to fear...



He descubierto por qué no consigo dormir últimamente: las agobiantes temperaturas sorianas me lo impiden. Y ya que no puedo conciliar el sueño, pienso. Y, por lo tanto, sumo una entrada más a las acumuladas anteriormente.

Me he dado cuenta de que toda mi vida he vivido con miedo a tantas y tantas cosas estúpidas e inútiles. Como de pequeña tenía miedo, había asumido que se lo sigo teniendo, pero anoche me di cuenta de que ya no es así.

Hace años no podía dormirme si no había alguna luz cerca, y hoy la oscuridad es una fiel compañera.
Hace años lloraba y rozaba los ataques de ansiedad cada vez que veía un animal suelto, y ahora me alejo por costumbre aunque me encantaría tener un bicho que me hiciese compañía.
Hace años no soportaba las películas de miedo, ahora me ayudan a matar las horas.
Hace años soñaba con encontrar a mi príncipe azul, ahora sé que aparecerán uno verde, otro rojo, y así hasta agotar los colores. Pero al final todos se irán, dejando a su paso un amargo sabor de boca.
Hace meses temía a la soledad, ahora no falta a su cita diaria, es increíble lo productiva que es una noche de coloquio con la soledad y la oscuridad.
Hace meses me esforzaba por ser como los demás querían que fuera, ahora soy yo, y al que no le guste, que mire para otro lado.

Será el buen tiempo, la estupidez que me posee cuando no duermo lo suficiente o simplemente que por fin me acepto como soy, pero no cambiaría nada de lo que me caracteriza.

Será así durante mucho tiempo, estoy segura.

13 de abril de 2010

Será por caminos...


No sé por qué, pero las cosas han cambiado estos últimos días. Quizás haya sido la angustia del viaje de vuelta y los problemas que surgieron, o quizás sea que Peter me ha abandonado definitivamente... ha vuelto a Nunca Jamás sin mí.

No sé si me gusta esta nueva situación. Por una parte, soy más responsable, pienso más antes de hablar y actuar y tengo mi vida en orden después de mucho tiempo sin hacerlo.
Pero por otro lado, al pensar más las cosas lo paso peor, porque sé que me tengo que tragar algunas cosas y eso no me gusta.

Parece que estoy encontrando el equilibrio que prometí buscar, pero no puedo evitar preguntarme si lo estoy haciendo bien o si sólo estoy perdiendo el tiempo. Pero tiempo al tiempo, valga la redundancia. Pronto sabré si todo esto ha merecido la pena y por fin estoy caminando por la senda que me corresponde. Ahora lo que quiero es caminar sola, con mi música, mis pensamientos y mis propias canciones.

No necesito nada más que un camino y la autoestima que estoy recuperando. ¿Dónde está el problema? Será por caminos...

6 de abril de 2010

Aún no es demasiado tarde, princesa.



¿Por qué hay personas que te lo dan todo sin pedir nada a cambio y otras te lo piden todo para no dar nada?

Siempre he sabido que el mundo estaba mal repartido, pero hasta hace unos minutos pensaba que pertenecía al primer grupo. Ahora sé que soy mucho más egoísta de lo que pensaba, que siempre pido algo antes de dar la mitad, y que soy una puta cínica. Desde niña he criticado a los que se preocupan sólo por su culo, pero hoy he intentado mirar hacia delante y sólo he visto el mío. Todo lo que hago busca un reconocimiento, una recompensa, que alguien me diga que por fin destaco en algo. Siempre espero algo que no debería esperar. Si llega, bienvenido sea, y si no llega, también. He tardado diecinueve años en mirar hacia delante de verdad. Diecinueve años para descubrir que sólo tengo ojos para mí, que lo único que me ha preocupado todos estos años ha sido eso: salvar mi culo. Y para colmo no lo he hecho bien: está plagado de celulitis.

Normalmente, cuando doy las gracias en una entrada suele ser de un modo sarcástico, pero esta vez es de verdad. Gracias a todos los que, sin siquiera daros cuenta, me habéis ayudado a entender que no era tan buena persona como creía ser. Pero tengo toda la vida por delante para cambiarlo, y por mucho que Sabina se empeñe en afirmarlo, aún no es demasiado tarde, princesa.

5 de abril de 2010

Welcome, Miss Spring ^^

La primavera ha llegado, y como era de esperar, mis danzas de la lluvia se han hecho más frecuentes.

En las tiendas, parece que los 80 vuelven con más fuerza que nunca, y mi horterismo crónico no puede hacer otra cosa que sonreír. Para celebrarlo, aprovechando una visita a los abuelos en la aldea, no ha podido hacer otra cosa que pedirle a mi abuela alguno de sus vestidos. Y sesión fotográfica. Exceptuando que me "ha atacado" uno de los caballos de mi abuelo pensando que era un ramo de flores, todo perfecto.

Serán tres meses de estudios difíciles, de noches sin dormir y de mañanas apurando el desayuno para que todo salga bien y pueda pasar el verano con Paula y después me vaya a la India como planeé.
Pero en estos tres meses también habrá tiempo para echar de menos a la gente, para ponerme morriñosa, para bailar bajo la lluvia (aínda que non sexa na beira do mar :P), y para disfrutar como nunca. Eso sí, que no falten los estilismos horteras.

Lo dicho, bienvenida sea usted, señorita Primavera :D