18 de junio de 2011

Reflexiones matutinas con mucho amor ♥

Llevo unos días pensando que tengo que darte las gracias de alguna manera por todo lo que ha pasado estos días. Sé que he estado bastante insoportable, con cambios de humor y paranoias varias... y sé también que tengo que agradecértelo de alguna forma. Y como no tengo mucho dinero y estoy algo inspirada... pues ahí va:

Cada día, cada minuto, cada segundo me haces darme cuenta de cuánto mereces la pena y de qué poco te lo demuestro a veces. Porque aunque me cueste reconocerlo, soy un poquito egoísta y reclamo gestos que yo no doy. Podría darte las gracias por mil cosas, por decirme cada dos minutos lo guapa que estoy, por recordarme que merezco la pena cuando ya ni siquiera yo lo creo, por ceder ante mis caprichos, por quererme tal y como soy y no pretender cambiarme, por abrazarme cuando más lo necesito, por respetarme, por los viajes y la gasolina invertidos en esto que tenemos, por preocuparte por mí aunque insista en que no es necesario, por llamarme cada día con un nombre diferente, por ser mi despertador casi cada mañana, por cada beso y por cada caricia, por llevarme a sitios especiales para ti, por creer en mí y darme fuerzas para seguir cuando más sola me siento, por hacerme sentir mil cosas sólo con verte, por enseñarme de música, cine, bicis y fotografía, por hacer hasta lo imposible para verme, por tantas cosas... que podría pasarme así años y años.
Yo no sé cuánto va a durar esto, porque sé que a veces soy difícil de llevar, pero bueno... tú nunca te enfadas, ¿no? :P
Sólo sé que quiero estar contigo el tiempo que dure, pero siempre así, como ahora, sin enfados tontos ni nada de eso. Y sé que en ese aspecto, por tu parte, no habrá problemas. Y eso me hace sonreír.
No te imaginas cuánto he pensado en ti estos días, a pesar de vernos día y noche no he podido dejar de pensar en cada momento que pasamos... y en los que pasaremos.

Te quiero muchísimo, mi vida, no te imaginas cuánto, y es increíble que ya casi hayan pasado seis meses... una vida entera me parece corta a este ritmo, pero como soy medio bruja ya encontraré un conjuro para que podamos vivir las que queramos sin preocuparnos por nada más.

No sé cuándo leerás esto... quizás mañana me dé un arrebato de estos de los míos y te diga que lo leas, o quizás esperaré a que lo hagas tú cuando te acuerdes y te apetezca, no lo sé. Lo que sé es que me muero de ganas de que se acabe este día de una vez y llegue la noche, para poder verte otra vez... y a cada minuto que pasa, falta menos. Y aquí estoy yo, sonriendo como una tonta igual que estarás tú cuando leas esto. ¿Pero sabes una cosa? Me encanta la cara de tontos que se nos queda cuando no hacemos otra cosa que mirarnos. Te quiero, cielo... de verdad ♥

13 de junio de 2011

12.876 ♥


Cuando te veía por la ventana, siempre estudiando, pensaba que eras de lo más aburrido y que no merecías la pena. Quién me iba a decir a mí que esa misma ventana iba a ser uno de mis lugares favoritos...


Grecia. Todo empezó ahí. Primero, en las reuniones previas, me preguntaba a mí misma si no estaría equivocada contigo. En cuanto empezó el viaje, lo confirmé: no quería tenerte lejos nunca más. Cama compartida, secretos, fotos, risas, porros de romero que daban risa, mecheros con luces de corazón, revistas que compramos y no entendíamos... minuto a minuto, segundo a segundo te iba queriendo más y más.


Pero el viaje terminó, y tuvimos que volver a nuestras rutinas. "Ya está", pensé, "seguirá con su vida como hasta ahora". Una vez más, me equivocaba contigo. Recreos, idas y vueltas a casa, timbres, carreras para no llegar tarde y cigarros por todas partes. Y así meses y meses que, para qué negarlo, fueron de lo mejor que me ha pasado.

Más tarde empezaron las salidas vespertinas y nocturnas, que no hacían más que confirmar lo increíble que eres. Y RockandGol, y los Guns, y Queen, y un largo etcétera. Y Facebook, y Twitter, y Tuenti, y etcétera etcétera.

Después, me tuve que marchar, pero eso no nos impidió seguir en contacto. Y cuando volví, me alegró comprobar que no me habías olvidado, que seguía siendo una parte importante de tu vida. 


12.876. Suena a número de campo de concentración, pero para mí es mucho más que eso. Es una muestra más de que me quieres, y sé que lo dices en serio. También yo. Te quiero muchísimo, mucho más de lo que pensé que llegaría a quererte, y no te haces una idea de lo importante que eres para mí. Ojalá compartamos 12.876 años más :)


Estoy deseando volver y darte un abrazo tan fuerte que te rompa todos los huesos, y ver cuánto te ha crecido el pelo, a ver si lo tienes ya como Axl :P
Quiero ventana, y te quiero a ti.