23 de diciembre de 2009

Se acabó


He vuelto a casa por Navidad, como el buen turrón. Ha costado lo suyo que los desaprensivos miembros de Iberia comprendiesen que me gusta ver el mensaje del Rey acompañada de los míos, pero tras seis horas de espera han entrado en razón y nos han "dejado" embarcar.

Al llegar apenas pensaba en otra cosa que no fueras tú. Sabías que llegaba anoche y, sin embargo, ni una llamada, ni un mensaje, la nada más absoluta. Es como si hubieses desaparecido del mapa para siempre.

Sé que no tienes ni la menor intención de verme, y no te buscaré como hacía antes. Me he cansado de parecer patéticamente colgada.

Mi reloj de arena dijo se acabó.

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